
Este período corresponde a la etapa que se inicia con la reinaguración del funicular en el año 1983 hasta que comienzan a abordarse determinados cambios en el mismo tanto en los vehículos como en las estaciones. Esta etapa comienza justo donde terminaba la anterior, es decir, en el momento del desgraciado accidente que provocó un paréntesis en el servicio del “funi”.
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