En esta entrada contamos la curiosa historia del primer billete  de “ida y vuelta” emitido y utilizado en el Funicular de Artxanda II que no vio la luz hasta más de 30 años de su inauguración.

Tanto en la primera etapa del Funicular de Artxanda I, 1915-1937, como en la segunda, 1938-1976 existió el tradicional viaje de “ida y vuelta”. Cierto es que no es nada romántico un billete de “ida y vuelta” pues parece que renunciamos a encontrar ese paraíso que siempre estamos buscando, pero quizás sean estos más propios para otros viajes que no para uno en funicular.

Sin embargo hasta hace relativamente pocos años el Funicular de Artxanda II, 1983 – actualidad no dispuso del denominado billete de ida y vuelta, cuestión que sobre todo los visitantes nos reclamaban muy a menudo.

¿Pero no hay viaje de ida y vuelta?  ¿Entonces cómo vamos a bajar preguntaban asustados? La Empresa y por las circunstancias que fueran no consideró el establecimiento de este tipo de billete tan común en otros modos de transporte, más en estos en que casi es imposible poder retornar de otro modo que en el mismo modo de transporte que has utilizado para llegar al lugar de destino, piénsese en funiculares, teleféricos, trenes de cremallera, etc. No, no lo hubo pese a los precedentes antes mencionados.

No fue hasta la celebración de un evento deportivo en Artxanda, la denominada Spartan Race  celebrada un 25 de junio de 2016, que coincidía casualmente con el 40º aniversario del accidente que nos privó del funi durante unos pocos años. Pues bien, para este evento en concreto la Dirección de la Sociedad imprimió y puso a disposición de los participantes en estas pruebas dichos pasajes de ida y vuelta para facilitarles en la medida de lo posible la realización de la competición. Pruebas consistentes en una especie de carrera donde tienes que superar diferentes obstáculos para que, pagando la correspondiente y nada despreciable cuota, vuelvas a casa considerándote un/una “Katxas” de tomo y lomo.

 ¡¡Me da pereza hasta de pensarlo!!

Pues bien, conociendo nuestro Jefe que en esos momentos estábamos preparando un libro sobre el centenario del Funicular de Artxanda y sabiendo que estos temas de billetes, etc., nos gustan mucho a los amantes ferroviarios me lo ofreció muy amablemente. Lo rechacé diciendo: ¡No! Muchas gracias pero creo que el billete nº 1, que sería además el primer billete de ida y vuelta de este Funicular de Artxanda II [1], lo debe de tener la primera persona que se encuentre en la fila y así fue. (De todos modos le hice una fotografía que, desgraciadamente, salió muy borrosa no dándome cuenta de ello hasta minutos después). Creo que eso era lo justo y que no ocurriera lo que sucedió en la inauguración al público del Funicular de Artxanda II, un 17 de Junio de 1983 cuando, según crónica de mi amigo y periodista Mikel Iturralde, un vecino del barrio y trabajador del colegio Trueba esperó el primero en la fila mucho tiempo antes de la apertura de la taquilla de la estación inferior del funi para conseguir el billete nº 1, espera vana puesto que el billete conseguido no fue el nº 1 sino el nº 362.

Pues bien, un usuario anónimo, el primero de la fila, se llevó el billete nº 1 debidamente validado, realizó su esforzada prueba y finalizada la misma mostró el “billete de ida y vuelta” para realizar la bajada. Un compañero (¡¡Muchas gracias y un abrazo amigo!!) visto que se trataba del número 1 y sin afán de “requisarlo” exclamó:

¡Mira! ¡El billete número 1! ante lo cual el espartano usuario se lo dejó a mi compañero, quien  a su vez me lo cedió  y pudimos no solo hacerle una fotografía en condiciones, billete debidamente intervenido tanto a la ida y la vuelta, sino también guardarlo como “oro en paño” y que lo podéis contemplar aquí arriba (Podéis ver el billete en la página 155 del libro abajo referenciado).  Y este billete que tuve en mis manos fue utilizado por su legítimo portador y, por azares de la vida, volvió otra vez a mi poder. Por tanto…

 ¡¡Un verdadero billete de ida y vuelta!!

[1] No fue hasta el 1 de enero de 2018 en que se instauró un billete de ida y vuelta para el público en general.

Bibliografia:

Mikel Iturralde. El Correo Español – El pueblo vasco.
El Funicular de Artxanda, 1915-2015. Juanjo Olaizola Elordi y Joseba Barrio Ezkerra