Por fin el 7 de Octubre de 1915 un ferrocarril de montaña, un funicular para ser más específico, conectaba el barrio bilbaíno de Castaños con  la cumbre del monte Artxanda en Begoña. Pero no fue el primer ferrocarril con una estación en las inmediaciones de dicho monte pues más de veinte años atrás, un 2 de Mayo de 1894, [1] se conectaba primeramente Begoña con Lezama (posteriormente el propio Bilbao) en el que vendría a denominarse después “el tren de los muertos” porque  uniendo Bilbao con el municipio de Lezama disponía de una parada en el que sería pocos años después nuevo cementerio de Bilbao situado en Derio que se inaugurara un 27 de Abril de 1902 utilizando unos terrenos que habían sido donados por el propio ferrocarril; el Ferrocarril de Bilbao a Lezama.

El Ferrocarril tenía un apeadero precisamente en San Roke, una zona en pleno corazón del monte Artxanda. El Ferrocarril, para ahorrarse gastos de construcción, acortaría el recorrido si atravesaba el monte Artxanda a una cota mayor como lo hizo en el trazado de 1894, aduciendo también que rebajar la cota de paso por la ladera del monte Artxanda “privaría al usuario” de un recorrido típico del ferrocarril de montaña, demandado por sí mismo. [1] Pero cualquier aficionado al ferrocarril os confirmará que esa rampa que podemos contemplar es más propia efectivamente de un ferrocarril de montaña, bien un tren de cremallera o también en algunos casos un ferrocarril en mera adherencia, pero que significaría una conducción muy exigente teniendo en cuenta el estado de la técnica de la época. Cierto es que las vistas desde ese lugar son excelentes y lo serían más en la época de construcción de la línea debido a unas laderas más vírgenes, aunque intuyo que la verdadera razón de elegir ese recorrido era, simplemente, ahorrar gastos.  Hoy en día un autobús vecinal (Bilbobus A1) te facilita parte de ese recorrido y te acerca hasta esa zona pero también puedes utilizar esta especie de ruta para que os sugerimos (*) para llegar hasta  el Mirador de Vía vieja de Lezama. (*) Ruta especialmente recomendada si quieres obtener buenas fotografías del “funi”.

Tan solo dos meses después de la inauguración, un 2 de Mayo de 1894, del primer tramo entre Begoña y Lezama  y en el día de San Fermín quien quizás ese día estuvo más atento al tradicional encierro pamplonés, se produce otro grave accidente en las laderas del monte Artxanda con trágicas consecuencias, aunque con alguna buena noticia dentro de la enorme desgracia [1]. Por lo que parece no le sientan nada bien al ferrocarril estas laderas del monte Artxanda tal y como pudimos conocer en esta otra entrada de nuestra web. Y como much@s sabéis…

¡¡ No será el último !!

Ésta y otras desgracias acontecidas en la línea condujo a que  sorprendentemente, (¡¡Aquí sí que hubo milagro según relatan los conocedores de esta ruta!!) pues pocos creían en la reapertura del Ferrocarril, éste contara con la financiación necesaria para poder  modificar el trazado, rebajándolo de cota tal y como vemos en la imagen central y dotando de paso al barrio de Castaños/Uribarri de otra estación de ferrocarril (denominada en un primer momento como Matadero y después como Ciudad Jardín,  hoy en día ya desaparecida). Afortunadamente el Ferrocarril a Lezama no abandonaría nuestro barrio (puesto que podría haber habido alguna otra alternativa para conectar Bilbao con Lezama) sino que, siguiendo con su práctica habitual, volvió a descender un poco más de cota siendo ahora la vecina estación de Matiko quien acoge  sus tráficos pasando a formar  parte de la Línea 3 de MetroBilbao (Matiko – Kukullaga) y teniendo que construir, por tercera vez, un nuevo túnel bajo las entrañas del monte Artxanda.

Bibliografia:

[1] El Funicular de Artxanda, 1915-2015. Juanjo Olaizola Elordi y Joseba Barrio Ezkerra