En el artículo precedente, Ferrocarril de Bilbao a Las Arenas – 1, comentábamos que este pasaba por ser, stricto sensu, el primer ferrocarril de nuestro barrio.

También hablábamos de la estación de San Agustín (junto con la de Matiko) como nuestra primera estación y también aludíamos que fue en nuestro barrio donde se diera una primera competencia ferroviaria entre el ferrocarril y el tranvía, cuestión que desarrollaremos hoy. Pero también aludíamos a un suceso que se produjo precisamente en esta zona de la línea, en los límites de nuestro barrio, como fuera un grave accidente ferroviario, primero en el barrio, pero que sin embargo no será el último.

En resumen comentar que una locomotora de nombre “Lamiaco” acompañada de unos vagones realizaba tareas de carga no lejos de esa zona que en el mapa vemos rotulada como “El Olimpo” cuando regresó a San Agustín para iniciar otro nuevo servicio y perdiendo los frenos (¡¡quizás las prisas!!) al entrar en la misma con el resultado que podemos ver en la imagen de debajo. El suceso está perfectamente relatado en este post del blog Historias del Tren que seguro ya conocerás. El accidente debió de ocurrir el día 3 de diciembre de 1891 por lo que todavía no estaba finalizado el edificio que luego albergaría el nuevo Ayuntamiento de Bilbao que no se terminó hasta 1892. Sea como fuere constatar que el accidente de nuestro barrio ocurrió antes de aquel otro que, por ser en Paris, pasaría a la historia como el “accidente ferroviario por excelencia”: El accidente de Montparnasse, que ocurrió un 22 de octubre de 1895 pero…

¡¡Nosotros lo hicimos primero!!

Y tampoco fue el único accidente de este tipo ocurrido en Bilbao puesto que la Estación de Abando fue testigo hasta en dos ocasiones de accidentes similares pero también posteriores al de nuestro barrio. Una vez comentado este accidente continuaremos con el tema de la competencia ferroviaria.

Poco tiempo después del relatado accidente, un 4 de septiembre de 1893 el ferrocarril se prolongó hasta Plentzia pero no consiguió salir de la mediocridad desde el punto de vista financiero. Sin embargo, el tranvía de sangre sí supo reaccionar a la competencia que le proporcionaba este ferrocarril desde sus inicios y modificó su tracción pasando a funcionar mediante energía eléctrica desde el 10 de noviembre de 1896. Además este tranvía tenía su punto de partida en el entonces centro de Bilbao (El Arenal) como era la Iglesia de San Nicolás estando por tanto el ferrocarril en una posición de desventaja puesto que San Agustín no era una zona céntrica por entonces y mucho menos de fácil acceso puesto que como podéis contemplar en la misma imagen había de superar varios tramos de escalera para alcanzarla.

Quizás por ello el ferrocarril planease el cambiar de estación término cosa que no pudo realizar hasta que le llegó su “caballero blanco” pues el ferrocarril pasó a la órbita de la Compañía de los Ferrocarriles de Santander a Bilbao y entre otras mejoras, quizás la principal, fue que la estación término se trasladó hasta la conocida como Estación Bilbao – Aduana (Conocida como Estación de San Nicolás, hoy día estación Casco Viejo / Zazpi Kaleak de Metro Bilbao). Esto se produjo un 1 de Julio de 1904 y la estación de San Agustín se quedó únicamente como estación de mercancías. Entre las mejoras a acometer por la nueva compañía estaba la electrificación del ferrocarril de Bilbao a Plentzia que no se efectuó hasta 1929 que es cuando ya pudo más que competir con el tranvía. Y el fin de la competencia se produce cuando ya en 1940 la propietaria del ferrocarril se hace cargo también del tranvía.

Años después el tranvía fue sustituido por un trolebús un 30 de Abril de 1949 y posteriormente por un autobús en el año 1965.

Nos quedamos sin estación término en nuestro barrio pero ya contábamos en esos momentos con la importante estación de Matiko. Y pocos años después se abriría otra para otra línea cerca de la de Matiko denominada Matadero perteneciente al ferrocarril de Bilbao a Lezama en su trazado definitivo.

Bibliografia:

Un accidente no tan singular. Historias del Tren. Juanjo Olaizola Elordi.

Los tranvías de Bilbao. Juanjo Olaizola Elordi.