El trenesito rojo de las parrillas
Funicular de Artxanda 4 de mayo de 2007![]() |
Me cuenta mi madre como de pequeño le pedía que me subiera a una silla para desde allí poder ver un curioso vehículo que subía y bajaba por una montaña. No era otro que el funicular de Artxanda. También desde esa misma ventana veía pasar algún que otro tren. En este caso eran dos las líneas que se podían contemplar: La línea Bilbao – Plentzia y un poco más arriba la línea Bilbao – Lezama.A aquel vehículo, entonces de color azul, que yo veía trepar por la montaña le llamaba “NATALO” sin que mi madre pudiera explicar de dónde había discurrido yo ese nombre tan peculiar para lo que en realidad se llamaba funicular.Hoy en día incluso se define a este peculiar modo de transporte como tranvía oblicuo, tren de cremallera, etc. etc.
Pues bien, pasado el tiempo llega a mis oídos otra expresión muy particular para este medio de transporte; se trata de “el trenesito rojo de las parrillas“. Sí señores así llamaban al funicular unos americanos que saben que los fines de semana Artxanda se llena de compatriotas americanos de habla hispana que suben al citado monte con sus bebidas y sus parrillas organizando unas fiestas de cuidado. Así son las cosas, antes eran nuestros padres los que subían a Artxanda, antaño uno de los pocos sitios en donde podía respirarse bien en un Bilbao completamente contaminado. Hoy esta otra generación es la que toma el relevo. |
Horario del funicular de Artxanda. |